Se trata de un antiguo molino restaurado ubicado en un precioso entorno verde junto al río Alcántara. Realmente un rincón natural espectacular por sus las imponentes montañas que rodean la zona y el famoso castillo de San Marco. La terraza panorámica de esta finca permite contemplar el inmenso terreno con nogales que la rodea. Amplios espacios recuperados respetando las antiguas estructuras del molino, maravillosa atmósfera de tranquilidad y bienestar envuelta en olores y sonidos típicos sicilianos como son el azahar y los naranjos en flor o el sonido de cigarras, mirlos o golondrinas. Un alojamiento natural y al mismo tiempo con un toque elegante que se puede percibir a primera vista. Se puede disfrutar de una sauna, pasear por un parque cercano y realizar la imprescindible visita a la famosa localidad de TAORMINA que se encuentra a solo 3 km. Dispone de piscina.
Información de la zona
CATANIA
Empezando desde la ciudad de Catania, donde se pueden admirar la imponente Catedral, el castillo Ursino con el museo anexo, las iglesias barrocas engastadas entre los señoriales palacios dieciochescos entre la calle Etnea y Crociferi, se puede emprender un agradable itinerario a lo largo de la bella costa oriental, entre campos de naranjas y limones, hacia Taormina.
Localidades para visitar
Acicastello, donde se puede admirar el castillo normando, asomada sobre el mar, hecho construir en el 1706 por Ruggero di Lauria y expugnado en el 1297 por Federico II de Aragón.
Siguiendo la costa se llega a Acitrezza, risueño pueblo nacido del burgo marinero; en su costa se encuentran dos masas rocosas, que según la leyenda fueron lanzadas al mar por el Cíclope Polifemo después de ser cegado por Ulises.
La próxima etapa es Acireale, ciudad termal donde se puede admirar la ostentación del Barroco que enmarca la espléndida catedral del siglo XVII con la fachada gótico-catalana y el maravilloso pórtico. Retomando el viaje se alcanza Taormina, ubicada sobre un espolón rocoso exuberante de vegetación. Es imprescindible la visita del teatro griego, engastado en un espléndido escenario entre el fondo majestuoso del Etna y del mar que dejará un huella imborrable en nuestros recuerdos.
Después de haber vagado por las generosas callejuelas, se puede ir al Belvedere para admirar las vistas sobre la costa. Bajando de Taormina vemos la hermosuras de la isla bella, la playa di Mazaró y los restos de la antigua Naxos. Se puede seguir hasta cabo de S. Alessio y salir de Forza D’Agró para insertarse en un entorno cuatrocentista, o ir al interior para visitar las golas de Alcántara, y proseguir transitando por Francavilla di Sicilia, Castiglione di Sicilia y alcanzar Linguaglossa a los pies del Etna, famosa por sus vinos tintos, con cuerpo, con reflejos de fuego y brasas ardientes, como la lava.
Encantador es el trecho sobre las laderas del volcán: entre pinedas, castaños y abedules se llega a Milo y después a Zafferana Etna, situados en la vertiente sur del volcán, cuya economía está esencialmente ligada al cultivo de peras y manzanas, la viticultura, la apicultura y el comercio de las setas.
Siguiendo por la vertiente suroeste del Etna, tras haber cruzado el pueblo de Nicolosi, se pueden visitar Adrano y Paternó y admirar sus castillos, para volver después a Catania.
Este alojamiento se puede cotizar a nivel individual. Pida información sobre precios.